Todo depende de los tratamientos que haya que seguir. El odontólogo dibujará tu boca y proyectará qué necesita para que los dientes estén blancos y sean uniformes. También evaluará el tamaño de las encías y su estado. Según todo ello, definirá los procedimientos para conseguir el resultado esperado. Teniendo en cuenta que no todos los pacientes requieren los mismos tratamientos, pues hay personas que solo necesitan un blanqueamiento y otras requieren tratamientos alternativos como la aplicación de carillas, el número de sesiones varía. Recuerda que se trata de un diseño personalizado.

Antes de iniciar los tratamientos, el paciente verá cómo será el resultado final y podrá decidir si está conforme con la sonrisa proyectada. Como en cualquier proceso estético, se prima la armonía, la naturalidad y la funcionalidad. Por tanto, si lo que exige el paciente no responde a ello, se valorarán las alternativas más adecuadas, sin perder de vista que la salud es lo primero.

Al tratarse de un proyecto individualizado y adaptado a la realidad de cada paciente el precio nunca será el mismo en todos los casos: dependerá de los tratamientos que haya que realizar.